Uno de los errores más comunes al enviar cables y alambres para su procesamiento es mezclar diferentes materiales sin separarlos adecuadamente. Esto dificulta la clasificación y puede provocar el rechazo del lote o descuentos en el pago, ya que cada tipo de cable tiene una composición metálica diferente que influye directamente en el valor del material.
Los cables y alambres que no han sido limpiados previamente o que tienen exceso de material aislante, suciedad o aceite pueden ver reducido su valor. El proceso de eliminación de estos contaminantes requiere más trabajo en el procesamiento, lo que repercute directamente en la rentabilidad del material enviado.
Los cables demasiado largos, enrollados o enredados dificultan la manipulación y el procesamiento mecánico, además de aumentar el riesgo de rechazo. Es importante cortar los cables en trozos más pequeños y organizarlos para facilitar su manipulación y aumentar el valor del material recibido.
La composición metálica del cable o alambre es fundamental para determinar su valor. Los cables que tienen un alto grado de metales no ferrosos como el cobre o el aluminio son más valiosos. Si el material enviado contiene mezclas de otros metales o baja concentración, el valor se verá reducido.
Un transporte y almacenamiento inadecuados del material pueden causar daños y contaminación, influyendo negativamente en el procesamiento y, en consecuencia, en el importe pagado. Utilizar embalajes resistentes y apropiados evita pérdidas y mantiene la calidad de los cables e hilos.
El transporte y almacenamiento inadecuados pueden causar daños y contaminación, influyendo negativamente en el proceso y, en consecuencia, en el importe pagado.
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