La eliminación segura de computadoras corporativas es esencial para garantizar la protección de datos sensibles y el cumplimiento de la legislación ambiental vigente. Este artículo aborda los procedimientos técnicos para la sanitización y eliminación adecuada, conforme a las normas brasileñas, minimizando riesgos de filtración de información e impactos ambientales.
La eliminación de equipos electrónicos debe observar la Política Nacional de Residuos Sólidos (Ley nº 12.305/2010), que establece responsabilidades respecto al manejo adecuado de residuos electroelectrónicos. Para asegurar la conformidad, es necesario también seguir las directrices del Sistema Nacional de Información sobre la Gestión de los Residuos Sólidos (SINIR - mtr.sinir.gov.br) y orientaciones de CETESB (cetesb.sp.gov.br) referentes al manejo de residuos peligrosos y no peligrosos.
Antes de la eliminación, es imprescindible la sanitización de medios de almacenamiento, como discos duros y SSD, para evitar la filtración de datos confidenciales. La metodología recomendada implica técnicas de borrado criptográfico o destrucción física, conforme a la orientación disponible en el Servicio de Sanitización de HD. La Agencia Nacional de Seguridad de la Información (NIST) también proporciona normas técnicas (NIST SP 800-88) para una sanitización segura.
Después de la sanitización, los equipos deben ser encaminados para atender los flujos de recolección especializada, siguiendo prácticas de reciclaje y disposición final ambientalmente adecuada. Se recomienda programar la recolección con servicios autorizados, como el disponible para Recolección de Electrónicos, garantizando la correcta segregación y tratamiento.
La eliminación inadecuada puede causar filtración de datos estratégicos, además de infringir las normas ambientales. Las filtraciones pueden generar pérdidas financieras y comprometer la reputación. Ambientalmente, la eliminación incorrecta de componentes electrónicos puede ocasionar contaminación del suelo y del agua por metales pesados y sustancias tóxicas.
- Documentar el proceso de eliminación, manteniendo registros de las etapas de sanitización y disposición.
- Utilizar servicios que comprueben la disposición final ambientalmente adecuada y la integridad de la información.
- Actualizar políticas internas de TI y cumplimiento para incluir el protocolo de eliminación segura.
- Capacitar a los equipos responsables para que conozcan los riesgos y procedimientos, asegurando el correcto cumplimiento de las leyes.
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