El desmantelamiento de TI es un proceso estratégico fundamental que implica la retirada organizada de equipos y activos tecnológicos fuera de uso, garantizando conformidad jurídica y fiscal. Para gestores en las áreas de ESG, EHS, TI y Jurídico, un plan anual bien estructurado es esencial para mitigar riesgos y evitar pasivos legales.
El primer paso consiste en la identificación detallada de los activos de TI a desmantelar, contemplando un inventario completo y análisis de la vida útil y el estado operativo. También se deben considerar los requisitos normativos previstos en la Ley nº 12.305/2010, que instituye la Política Nacional de Residuos Sólidos, asegurando que el proceso siga principios de responsabilidad compartida y logística inversa.
Es imperativo garantizar que el desmantelamiento esté en conformidad con los reglamentos ambientales del CETESB y las legislaciones fiscales vigentes, como la Instrucción Normativa RFB nº 1.700/2017 sobre la contabilización fiscal de bienes del activo fijo. La correcta documentación de bajas contables y fiscales evita sanciones por parte de la Receita Federal y organismos ambientales.
La eliminación definitiva de los equipos debe observar prácticas de seguridad de la información, especialmente cuando implique medios que almacenan datos sensibles. El proceso debe seguir las recomendaciones oficiales descritas en la NIST Special Publication 800-88 para la sanitización segura de medios. Para la disposición segura de discos duros o medios, se recomienda la programación a través del sistema especializado disponible en sanitización de HD.
La disposición debe dirigirse a recicladores autorizados, respetando la cadena de custodia y los certificados de destino ambiental correcto. Para la recolección de residuos electrónicos, es posible realizar la programación en un sistema reconocido en recolección de residuos electrónicos, garantizando el cumplimiento de la legislación ambiental y la trazabilidad de los residuos.
Implantar auditorías periódicas para verificar la conformidad jurídica y fiscal del plan, incluyendo análisis documental y controles internos robustos. Registros detallados e informes gerenciales son instrumentos esenciales para identificar brechas e implementar mejoras continuas, reduciendo riesgos futuros.
Un plan anual de desmantelamiento de TI debe construirse con foco en conformidad legal, seguridad de la información y sostenibilidad ambiental. La observancia de los marcos regulatorios, aliados a procesos técnicos rigurosos, asegura la mitigación de riesgos jurídicos y fiscales, promoviendo una gestión responsable de los activos tecnológicos.
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