 
                En plantas industriales activas, es común encontrar cables energizados que han sido desactivados pero que aún permanecen conectados a las instalaciones. Estos cables pueden suponer riesgos importantes para la seguridad operativa y la integridad de la planta si no se manipulan adecuadamente.
El primer paso para la manipulación segura de cables desactivados es su correcta identificación. Utiliza etiquetas, cintas de colores o rótulos específicos que indiquen el estado desactivado, evitando confusiones con cables en funcionamiento. Además, una señalización clara facilita las futuras intervenciones y el mantenimiento.
Aunque un cable esté desactivado, es fundamental asegurarse de que está desenergizado para eliminar riesgos eléctricos. A continuación, debe revisarse o reforzarse el aislamiento, utilizando materiales adecuados como cinta aislante de alta calidad, tubos termorretráctiles o cajas protectoras, garantizando que el cable sea completamente seguro, aunque siga estando físicamente presente en la planta.
Registrar todas las acciones llevadas a cabo en relación con los cables desactivados es esencial. Mantener un historial documentado de las desactivaciones, reparaciones o aislamientos ayuda a controlar la planta y facilita las auditorías, las inspecciones y el mantenimiento futuro.
Evaluar si los cables desactivados se retirarán o se conservarán para un uso futuro forma parte del tratamiento responsable. Si se opta por la retirada, deben seguirse los procedimientos de seguridad para el corte y la eliminación, respetando siempre las normas medioambientales. Si se opta por la reutilización, hay que asegurarse de que los cables estén en condiciones adecuadas y debidamente identificados.
Seguir las normas técnicas nacionales e internacionales, como las de la ABNT y la NR-10, garantiza que el tratamiento de los cables desactivados se realice de forma segura y de acuerdo con la legislación vigente, evitando accidentes y asegurando el cumplimiento legal de las centrales.
Formar al equipo responsable del mantenimiento y operación de la planta para identificar y tratar los cables desactivados es esencial. Promover una cultura de seguridad que haga hincapié en la atención a estos cables reduce los riesgos y contribuye a un entorno de trabajo más seguro.
El tratamiento adecuado de los cables energizados desactivados en plantas activas implica su identificación, desenergización, aislamiento, documentación y cumplimiento de las normas. La adopción de estas prácticas favorece la seguridad, la eficiencia y la longevidad de las instalaciones.
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