El desecho adecuado de equipos de línea blanca, como refrigeradores, estufas, lavadoras y otros electrodomésticos de gran tamaño, es esencial para industrias y minoristas que buscan mitigar riesgos ambientales y evitar sanciones legales. El manejo incorrecto de estos residuos puede generar pasivos ambientales significativos y multas previstas en la legislación brasileña.
El desecho de estos equipos está regido por la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS), instituida por la Ley nº 12.305/2010, que establece principios, objetivos e instrumentos para la gestión integrada y la administración ambientalmente adecuada de los residuos sólidos. Además, el Sistema Nacional de Información sobre la Gestión de Residuos Sólidos (SINIR) detalla las obligaciones relativas al desecho, transporte y destino final.
Conforme el Art. 33 de la Ley nº 12.305/2010, el generador debe garantizar el tratamiento y disposición final ambientalmente adecuados, evitando daños ambientales y responsabilizándose por el cumplimiento de las normas.
Industrias y puntos de venta tienen la obligación de implementar sistemas internos de recolección y disposición para la línea blanca, garantizando el encaminamiento para reciclaje o reutilización de componentes. Además del cumplimiento normativo, estas prácticas evitan sanciones administrativas como multas e interdicción, previstas por el Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA).
El establecimiento de contratos con empresas especializadas y autorizadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) y órganos ambientales estatales, como la CETESB en São Paulo (cetesb.sp.gov.br), asegura la disposición correcta de estos residuos.
Para el desecho de equipos de línea blanca, es imprescindible la retirada y el tratamiento de sustancias como gases fluorados (HCFCs y HFCs), que contribuyen al efecto invernadero, conforme a las orientaciones del SINIR. El desmontaje seguro de piezas permite la recuperación de materiales metálicos y plásticos, reduciendo el volumen de residuos destinados a vertederos.
Además, en casos que involucren desecho de componentes con memorias de datos, como en sistemas de control y automatización, se recomienda la utilización de servicios de sanitización de medios para la eliminación segura de la información, accesibles mediante el enlace sanitización de HD.
La logística inversa está prevista en la PNRS y establece que fabricantes, importadores, distribuidores y comerciantes deben estructurar mecanismos para la recolección de los residuos generados. Esta operación es estratégica para evitar el desecho irregular y garantizar el cumplimiento legal. Empresas del sector industrial y minorista deben mapear rutas de recolección y realizar agendamientos con servicios especializados de recolección de basura electrónica, accesibles en recolección de basura electrónica.
El no cumplimiento de las normas ambientales relacionadas con el desecho de línea blanca expone a industrias y puntos de venta a multas administrativas, embargo de actividades y responsabilidad civil y penal, conforme a las leyes ambientales vigentes. El Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) regula los niveles de fiscalización y la aplicabilidad de las sanciones previstas.
Adoptar prácticas adecuadas para el desecho de línea blanca es una exigencia legal y ambiental prioritaria para evitar pasivos y garantizar sostenibilidad. La conformidad con la PNRS, el SINIR y la contratación de proveedores autorizados, junto con el uso de tecnologías para tratamiento y reciclaje, aseguran una gestión eficiente del ciclo de vida de los equipos, reduciendo impactos ambientales y riesgos legales.
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