La desactivación de centros de datos es un proceso crítico que implica la desactivación segura de los servidores antiguos, abarcando tanto la seguridad física como la lógica. La correcta ejecución conduce a la mitigación de riesgos, protección de datos sensibles y cumplimiento legal, evitando vulnerabilidades en entornos corporativos.
La planificación detallada es fundamental para garantizar que las etapas de desactivación cumplan con las normas vigentes y protejan los activos de información. Se debe realizar un inventario completo del hardware y software involucrados, documentar dependencias y mapear datos críticos. Establecer un cronograma con responsables y plazos asegura eficiencia y control del proceso.
La seguridad física implica la protección de los equipos y la prevención de accesos no autorizados durante y después de la retirada de los servidores. Los equipos deben almacenarse en un lugar restringido hasta su disposición definitiva. Se deben seguir las normas de la Ley nº 12.305/2010 – Política Nacional de Residuos Sólidos (planalto.gov.br) respecto a la gestión responsable de los residuos electrónicos.
Para la disposición adecuada de equipos obsoletos, se recomienda utilizar servicios certificados para la recolección y reciclaje de residuos electrónicos, garantizando un tratamiento ambientalmente correcto de los componentes y evitando impactos ambientales y legales.
La protección lógica es esencial para prevenir la filtración de información confidencial. La destrucción segura de los datos almacenados en servidores antiguos debe seguir procedimientos rigurosos basados en normas internacionales, como las publicaciones del NIST (National Institute of Standards and Technology) que establecen métodos para la sanitización y eliminación de medios de almacenamiento (NIST SP 800-88r1).
Se recomienda la utilización de procesos certificados para la disposición segura de discos duros y medios, evitando la recuperación indebida de datos y garantizando el cumplimiento de la Ley General de Protección de Datos (LGPD - Ley nº 13.709/2018) (planalto.gov.br).
El cumplimiento de la legislación brasileña es obligatorio. Además de la Política Nacional de Residuos Sólidos y la LGPD, es necesario considerar las directrices del SINIR (Sistema Nacional de Información sobre la Gestión Pública) (sinir.gov.br) y documentos relacionados con la disposición final ambientalmente adecuada de los residuos electrónicos (mtr.sinir.gov.br).
Prácticas inadecuadas pueden acarrear sanciones administrativas y judiciales, así como comprometer la integridad de los datos y el medio ambiente.
La desactivación segura de centros de datos debe considerar rigurosos controles de seguridad física y lógica, fundamentados en la legislación vigente y mejores prácticas internacionales. Utilizar servicios certificados para la disposición de los equipos y la sanitización de los datos es fundamental para preservar la seguridad de la información y cumplir con la sostenibilidad ambiental.
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