La economía circular aplicada a la Tecnología de la Información (TI) se centra en maximizar el ciclo de vida de los componentes electrónicos mediante la reutilización, reparación y reciclaje, minimizando residuos y recuperando valor agregado. Este enfoque está alineado con el marco regulatorio brasileño, como la Política Nacional de Residuos Sólidos (Ley nº 12.305/2010), que establece directrices para el manejo y la disposición ambientalmente adecuada de los residuos de equipos electroelectrónicos.
La reutilización consiste en prolongar el uso de los dispositivos electrónicos, reduciendo la necesidad de nuevos materiales y la generación de residuos. En el ámbito corporativo, la adopción de prácticas de reacondicionamiento, actualización y redistribución de hardware contribuye a la disminución de los impactos ambientales y de los costos operativos. Conforme a las normas de la ABNT NBR 16415, se recomiendan procedimientos rigurosos para la inspección y certificación de equipos reutilizados, garantizando calidad y seguridad para los usuarios finales.
El reciclaje electrónico posibilita la recuperación de materias primas críticas presentes en placas de circuito impreso, metales preciosos y plásticos. La implementación de sistemas eficientes de recolección selectiva y logística inversa es fundamental, según lo previsto en el Decreto nº 7.404/2010, que regula la Política Nacional de Residuos Sólidos. Para la disposición responsable de componentes, se recomienda la utilización de los servicios especializados de recolección de residuos electrónicos para asegurar la conformidad ambiental y el cumplimiento de la legislación.
En la gestión de TI, la seguridad de la información es crítica, especialmente en la eliminación de unidades de almacenamiento. La sanitización de discos duros (HDs) y otros medios debe seguir protocolos técnicos rigurosos para garantizar la inviabilidad de la recuperación de datos, conforme a normas internacionales como la especialización del NIST (National Institute of Standards and Technology). Para cumplir con estos requisitos, la contratación de servicios certificados de eliminación segura de medios electrónicos es esencial.
La adopción de la economía circular en TI promueve la reducción en la extracción de recursos naturales, disminución de la contaminación y ahorro de energía, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y con los reglamentos ambientales nacionales, como exige la CETESB. Económicamente, la práctica reduce costos de adquisición y disposición, además de fortalecer la imagen institucional ante los stakeholders preocupados por la sostenibilidad.
Para materializar la economía circular, se recomienda la creación de políticas internas que incluyan inventario constante de equipos, capacitación de equipos para el manejo adecuado, además de alianzas con proveedores especializados en reutilización y reciclaje. El cumplimiento de la legislación brasileña es mandatorio, buscando la eficiencia operacional y la conformidad legal.
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