El fin de vida corporativo representa un desafío crítico y silencioso que puede comprometer significativamente la gobernanza ESG (Ambiental, Social y Gobernanza) en las organizaciones. La gestión correcta de este ciclo es fundamental para asegurar el cumplimiento legal y la responsabilidad socioambiental, conforme a lo establecido por la legislación brasileña.
El término se refiere al cierre del uso activo de bienes muebles, equipos electrónicos y demás activos de la organización, involucrando la disposición, reutilización o destino final de estos materiales. Una administración inadecuada puede generar riesgos ambientales, jurídicos y reputacionales, factores que contradicen los objetivos del ESG.
La disposición incorrecta de dispositivos electrónicos, como discos duros y medios, puede generar contaminación por componentes tóxicos, además de la filtración de datos sensibles. La legislación ambiental brasileña, como la Política Nacional de Residuos Sólidos (Ley nº 12.305/2010 - http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2007-2010/2010/lei/l12305.htm), establece directrices para la gestión adecuada de estos residuos.
Además, la recolección oficial de desechos electrónicos, realizada conforme a normas establecidas por entidades como CETESB (cetesb.sp.gov.br) y SINIR (sinir.gov.br), es esencial para minimizar impactos ambientales y garantizar la responsabilidad socioambiental.
El riesgo silencioso mencionado también está relacionado con la seguridad de la información, especialmente en la disposición de medios digitales que contienen datos sensibles. La Ley General de Protección de Datos (Ley nº 13.709/2018 - LGPD, http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_ato2015-2018/2018/lei/L13709.htm) impone obligaciones rigurosas para la protección de datos personales, incluyendo en la etapa de disposición.
La práctica recomendada implica la sanitización segura de discos duros y medios electrónicos, que asegura la destrucción completa de la información, impidiendo el uso indebido conforme a normativas como las orientaciones del NIST (SP 800-88 Rev.1).
Adoptar prácticas correctas en el fin de vida corporativo permite mantener la integridad de la gobernanza ESG, mitigando riesgos legales vinculados a la responsabilidad ambiental y de privacidad. El cumplimiento de las normas de la Política Nacional de Residuos Sólidos, la LGPD y la legislación ambiental regional garantiza una gestión sostenible y responsable.
El riesgo silencioso del fin de vida corporativo no debe subestimarse en estrategias ESG. La implementación rigurosa de procesos de disposición, recolección adecuada de residuos electrónicos y sanitización segura de medios es indispensable para asegurar cumplimiento, seguridad de la información y sostenibilidad ambiental.
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