El Certificado de Destinación Final (CDF) es un documento oficial que acredita la destinación ambientalmente adecuada de residuos sólidos, conforme lo previsto en la legislación brasileña. Este certificado es fundamental como prueba jurídica para fines de conformidad ambiental, evitando multas y sanciones administrativas impuestas por los órganos competentes.
El marco regulatorio que establece la obligatoriedad del CDF se encuentra respaldado en la Ley nº 12.305/2010, que instituye la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS). La PNRS dispone en su artículo 33 que los generadores deben asegurar la adecuada destinación final de los residuos, pudiendo exigir comprobación documental de la destinación.
Además, el Decreto nº 10.936/2022 reglamenta procedimientos relacionados al Sistema Nacional de Información sobre la Gestión de los Residuos Sólidos (SINIR), que consolida datos y certificaciones vinculadas a la destinación de residuos.
El CDF actúa como única prueba jurídica válida ante órganos ambientales y judiciales para comprobar la destinación final correcta de los residuos. Sin él, no es posible garantizar la conformidad con las normas ambientales, lo que puede resultar en multas y otras penalidades previstas en el Código Penal Ambiental (Ley nº 9.605/1998).
Al presentar el CDF, el responsable demuestra que se adoptó un manejo adecuado, incluyendo el transporte y descarte controlado en lugar certificado, comprobando la responsabilidad ambiental en el ciclo de los residuos.
Los residuos electrónicos requieren atención especial debido a la presencia de componentes contaminantes. La correcta gestión, incluyendo recolección y descarte, debe estar acompañada por la emisión del CDF, que garantiza la conformidad con la legislación ambiental. Para servicios de recolección de desechos electrónicos, es fundamental contar con proveedores que emitan el CDF.
En la destinación de medios de almacenamiento, como discos duros y otros dispositivos que requieren manipulación segura para la protección de datos, la certificación prueba la completa sanitización y descarte, conforme a normas de la Agencia Nacional de Seguridad de la Información. Servicios especializados para el descarte seguro de discos duros también deben proveer el CDF para garantizar la rastreabilidad y seguridad jurídica del proceso.
Los tomadores de decisiones en áreas de ESG, jurídica, compras, TI y EHS deben exigir el CDF como documento imprescindible para acreditar responsabilidad socioambiental y evitar responsabilidades legales. La ausencia de este certificado es suficiente para la configuración de infracción ambiental en auditorías y fiscalizaciones.
Por lo tanto, el CDF es la garantía de la correcta aplicación de las normas ambientales y un instrumento de legalidad y transparencia para procesos internos y externos, alineándose con las mejores prácticas de sostenibilidad y gobernanza corporativa.
El Certificado de Destinación Final es la única prueba jurídica efectiva para acreditar el descarte legal y ambientalmente correcto de residuos sólidos, previniendo multas y penalidades. Su exigencia está fundamentada en la legislación brasileña y es indispensable para programas de gestión ambiental efectivos.
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