El desecho electrónico representa un desafío complejo para los departamentos financieros, especialmente para los CFOs que buscan mitigar riesgos y optimizar recursos. Enfrentar esta cuestión como un riesgo financiero, y no solo como un costo operativo, es fundamental para el cumplimiento normativo, la protección de datos y la gestión estratégica de activos.
De acuerdo con la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS), Ley nº 12.305/2010 (planalto.gov.br), el desecho inadecuado de residuos electroelectrónicos implica responsabilidad compartida por el ciclo de vida de los equipos. Ignorar esta legislación puede generar multas significativas y sanciones administrativas, impactando directamente en las finanzas corporativas.
El desecho inadecuado expone a la organización a riesgos como contingencias ambientales, costos con pasivos legales y daños a la reputación, que pueden afectar significativamente el valor de mercado y la confianza de los inversores. La mala gestión puede acarrear gastos no previstos en la auditoría, comprometiendo la planificación presupuestaria y la transparencia financiera.
Los dispositivos de almacenamiento de datos, como discos duros y medios digitales, contienen información sensible que, si se filtra, puede generar pérdidas económicas y litigiosas. Por lo tanto, la sanitización segura de discos duros y medios debe ser considerada una etapa crítica para evitar riesgos financieros relacionados con la violación de datos, conforme a los parámetros de la Ley General de Protección de Datos (Ley nº 13.709/2018).
Incorporar políticas robustas de desecho que alineen cumplimiento, seguridad y sostenibilidad trae un retorno financiero sostenible. Además de reducir pasivos, mejora el desempeño ESG, un factor cada vez más valorado por mercados y fondos de inversión, conforme a las directrices del Sistema Nacional de Información sobre la Gestión de Residuos Sólidos - SINIR (sinir.gov.br).
Para gestionar adecuadamente este riesgo, se recomienda establecer procesos auditables para la recolección y disposición final de los equipos electrónicos, con proveedores certificados y conformidad con las normas ambientales. Para la programación de la recolección especializada de residuos electrónicos, es importante priorizar empresas con certificaciones oficiales para garantizar transparencia y mitigación de riesgos financieros.
Tratar el desecho electrónico como riesgo financiero permite a los CFOs anticipar contingencias, controlar pasivos y fortalecer la gobernanza corporativa. Esta perspectiva estratégica trasciende el costo operativo, transformando la gestión del desecho en una fuente de seguridad financiera y ventaja competitiva.
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