La Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS), instituida por la Ley nº 12.305/2010, establece directrices para la gestión adecuada de los residuos sólidos en Brasil, buscando la sostenibilidad y la protección ambiental. Uno de sus pilares es el principio de las responsabilidades compartidas, que define roles y obligaciones para diversos actores en el ciclo de vida de los productos.
De acuerdo con el artículo 3º de la Ley nº 12.305/2010, la responsabilidad compartida se refiere a la obligación conjunta de los generadores, del poder público, titulares de los servicios de manejo y de los fabricantes, importadores, distribuidores y comerciantes en la gestión de los residuos sólidos. Esta responsabilidad implica la integración de esfuerzos para la reducción de la generación, reutilización, reciclaje y la disposición final ambientalmente adecuada.
Generadores: Personas físicas o jurídicas que producen residuos deben adoptar prácticas que minimicen la generación y posibiliten el correcto encaminamiento para la recolección selectiva o disposición final responsable.
Poder Público: Tiene el deber de planificar y ejecutar políticas y servicios públicos para la gestión de los residuos, incluyendo el apoyo a la implantación de sistemas de recolección, tratamiento y reciclaje, conforme previsto en el artículo 9º de la PNRS.
Titulares de los Servicios de Manejo: Responsables de la recolección, transporte, tratamiento y disposición de los residuos, asegurando conformidad ambiental y operativa.
Fabricantes, Importadores, Distribuidores y Comerciantes: Deben implantar sistemas de logística inversa, facilitando, por ejemplo, el retorno de productos y sus residuos al ciclo productivo, conforme dispuesto en los artículos 33 y 35 de la PNRS.
La logística inversa es un mecanismo fundamental dentro de la PNRS para el cumplimiento de las responsabilidades compartidas. Consiste en un conjunto de acciones, procedimientos y medios para la recolección y restitución de los residuos sólidos al sector empresarial para su reaprovechamiento, reciclaje o disposición final ambientalmente adecuada.
Para la eliminación de equipos electrónicos, por ejemplo, se recomienda la utilización de sistemas de recolección adecuada de residuos electrónicos, garantizando el correcto tratamiento y mitigando impactos ambientales.
La PNRS también exige que los involucrados cumplan con los requisitos técnicos y legales de manejo de residuos, conforme a normas y reglamentos ambientales. El incumplimiento puede acarrear sanciones previstas en la legislación, incluyendo multas y obligaciones de reparación ambiental.
El tratamiento seguro de medios digitales como discos duros es imprescindible para evitar riesgos de exposición de datos sensibles y contaminación ambiental. La PNRS incentiva prácticas de eliminación segura de discos duros y medios, garantizando la protección de la información aliada a la responsabilidad ambiental.
Las responsabilidades compartidas en la PNRS forman un modelo colaborativo para el manejo integral de los residuos sólidos, involucrando múltiples actores en acciones coordinadas que promueven la sostenibilidad, la seguridad ambiental y el cumplimiento legal. Con la implementación efectiva de estas obligaciones, es posible alcanzar mejoras significativas en la gestión de residuos sólidos en Brasil.
Fuentes:
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