Implementar un punto de recolección de electrónicos en entornos corporativos es una medida esencial para promover la gestión sostenible de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, cumpliendo con las exigencias legales y contribuyendo a la economía circular. Este artículo orienta sobre los pasos técnicos para establecer un sistema de recolección eficiente y seguro.
La correcta gestión de los residuos de equipos eléctricos y electrónicos está regulada por la Ley nº 12.305/2010, que establece la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS). Según esta norma, los establecimientos deben promover la logística inversa, garantizando la adecuada disposición de los residuos. Además, normas específicas, como el Decreto nº 10.936/2022, complementan los procedimientos operativos.
Defina un lugar accesible, seguro y señalizado para almacenar temporalmente los dispositivos obsoletos o sin uso. El espacio debe ofrecer protección contra inclemencias y evitar el acceso indebido. Estudie el flujo de descarte para evitar acumulación y garantizar agilidad en el encaminamiento para reciclaje.
Utilice contenedores o cajas específicas para separar materiales, evitando la mezcla de componentes que puedan dificultar el reciclaje o aumentar riesgos ambientales. Sistemas de clasificación facilitan la segregación de los aparatos y componentes, garantizando conformidad con los reglamentos vigentes.
Establezca convenios con empresas especializadas en recolección de residuos electrónicos para la retirada periódica de los residuos. La contratación de servicios homologados asegura el correcto proceso de disposición y reaprovechamiento de los materiales, respetando las disposiciones legales.
Para la eliminación segura de datos contenidos en discos duros y otros medios digitales, aplique procedimientos conforme a normativas técnicas. La eliminación de discos duros y sanitización de medios garantiza protección de la información y evita fugas, alineándose con las mejores prácticas de gobernanza de la información.
Capacite a los colaboradores para identificar ítems correctamente descartados y para seguir protocolos de manejo seguro. La sensibilización continua refuerza la importancia de la logística inversa y el impacto positivo para el medio ambiente y la reputación institucional.
Implemente indicadores para controlar los volúmenes recolectados y la regularidad de las colectas. La documentación adecuada de los procesos es fundamental para auditorías internas y para comprobar la conformidad con la Política Nacional de Residuos Sólidos.
Montar un punto de recolección de electrónicos requiere una planificación detallada, alineada con la legislación brasileña, con enfoque en seguridad, eficiencia y sostenibilidad. Esta práctica posibilita la gestión responsable de los residuos eléctricos y electrónicos, contribuyendo a la protección ambiental y la responsabilidad social corporativa.
Referencias:
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