El reciclaje de electrónicos es un elemento central para la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO²) y el avance sostenible en el sector tecnológico. Las matemáticas detrás de la compensación de CO² permiten cuantificar impactos ambientales y generar créditos de carbono efectivos, conforme a las directrices de la Política Nacional sobre Cambio Climático (Ley nº 12.187/2009).
El marco regulatorio brasileño para el monitoreo y mitigación de emisiones está fundamentado en la Política Nacional sobre Cambio Climático (Ley nº 12.187/2009) y en el Sistema Nacional de Información sobre la Gestión de Residuos Sólidos (SINIR - Decreto nº 10.936/2022). Estos dispositivos establecen normas para la correcta disposición de los residuos electrónicos, posibilitando la generación de créditos de carbono conforme a estándares nacionales e internacionales.
La etapa inicial consiste en la recolección eficiente de residuos electrónicos, que evita la disposición irregular y contribuye a la recuperación de materiales reciclables. El reciclaje reduce la extracción de recursos naturales y el consumo energético de los procesos productivos, disminuyendo la emisión asociada al ciclo de vida de los equipos.
La cuantificación de las emisiones evitadas por el reciclaje involucra el análisis del carbono equivalente incorporado y evitado en diferentes etapas del manejo de residuos electrónicos. Los cálculos consideran factores como el peso de la chatarra procesada, los materiales recuperados (metales, plásticos), y la comparación entre las emisiones del proceso convencional y del reciclado.
Uno de los indicadores utilizados es el alcance 3 del Protocolo GHG, que abarca emisiones indirectas asociadas a la cadena de suministro y disposición. La metodología adoptada está alineada al Protocolo Brasileño de Crédito de Carbono (PBCC), instituido por la Cámara de Comercio Brasil-Canadá, garantizando estandarización y trazabilidad.
Cuestiones relacionadas con la privacidad y la seguridad de la información se atienden con la correcta disposición segura de medios y discos duros (HDs), evitando riesgos de extravío de datos y cumpliendo con las exigencias de la Ley General de Protección de Datos (Ley nº 13.709/2018). Este procedimiento es indispensable para viabilizar el reciclaje responsable y la emisión del certificado de crédito de carbono.
Además de la mitigación de emisiones, el reciclaje de electrónicos promueve la reducción de la contaminación del suelo y del agua, conforme indicado por la CETESB en sus informes oficiales. El reaprovechamiento de materiales estimula una economía circular, generando empleo y fomentando tecnologías de bajo carbono.
Las matemáticas detrás de la compensación de CO² en el reciclaje de electrónicos se fundamentan en cálculos precisos y metodologías estandarizadas. El proceso resulta en créditos de carbono que evidencian la sostenibilidad de la cadena de reciclaje, alineados con las normas brasileñas vigentes y las mejores prácticas internacionales.
Al elegir nuestros servicios, estás contribuyendo a un futuro más verde y limpio. Además, puede estar seguro de que sus residuos electrónicos serán eliminados adecuadamente, sin dañar el medio ambiente.
Deixe um comentário
O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *