El fin de la vida útil de los activos críticos impone desafíos tanto operativos como jurídicos, especialmente en organizaciones de mayor tamaño. La exposición legal relacionada con la eliminación y la gestión inadecuada de estos equipos aumenta proporcionalmente a la escala de las operaciones, exigiendo una atención rigurosa a las normativas vigentes.
La legislación brasileña establece claras responsabilidades sobre la disposición final de activos electrónicos. La Resolución nº 505/2021 del Consejo Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), publicada en el Diario Oficial de la Unión, regula la gestión de residuos de la Política Nacional de Residuos Sólidos (Ley nº 12.305/2010), contemplando activos considerados equipos electroelectrónicos, esenciales para la mitigación de los riesgos ambientales y jurídicos.
Para las organizaciones que superan determinados niveles en volumen operacional y de activos, las exigencias legales se vuelven más estrictas, incluyendo obligaciones detalladas de logística inversa y comprobación de la disposición ambientalmente adecuada, conforme al Art. 33 de la Ley nº 12.305/2010.
Con el aumento del tamaño y el número de activos, también crece la complejidad para cumplir con las normas ambientales y sanitarias, tales como las definidas por CETESB (Compañía Ambiental del Estado de São Paulo) para el control y la fiscalización. Grandes volúmenes requieren sistemas robustos de control y registros, ampliando la responsabilidad legal.
El incumplimiento de las obligaciones puede resultar en sanciones administrativas previstas en el Art. 56 de la Ley nº 12.305/2010, incluyendo multas significativas y posibles restricciones operativas, además de responsabilidad civil y penal.
La disposición adecuada de residuos electrónicos es una herramienta estratégica para la mitigación de riesgos jurídicos. La programación para la recolección de basura electrónica https://ecobraz.org/pt_BR/eletronicos es esencial para garantizar el cumplimiento de la legislación y evitar contaminación ambiental y pasivos legales.
Los activos que contienen información confidencial, como discos duros, deben manejarse conforme a directrices de seguridad de la información previstas por el NIST (National Institute of Standards and Technology), que recomiendan prácticas para la sanitización segura de medios digitalizados, previniendo fugas de datos y mitigando riesgos jurídicos.
La eliminación y sanitización segura de discos duros y medios pueden realizarse mediante servicios especializados, cuya contratación y comprobación cumplen con las exigencias legales y normativas, como se detalla en https://ecobraz.org/pt_BR/sanitizacao-de-hd.
El manejo adecuado del fin de vida de activos críticos es imprescindible para minimizar riesgos jurídicos relacionados con el medio ambiente, la seguridad de la información y el cumplimiento regulatorio. A medida que la escala de las operaciones crece, es imprescindible fortalecer los controles y asegurar la ejecución de los procesos conforme a las normas vigentes.
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